La miel de castaño es de color ámbar a ámbar oscuro, con unas claras tonalidades pardoverdosas que son más visibles en la zona superior donde la miel toca el vidrio del envase.
Tiene un aroma muy particular, con un claro componente amaderado, a madera seca, como el de las botas donde se envejecen los vinos, y una base floral.
El gusto también es muy peculiar, dulce pero amargo.
Tiene poca tendencia a la cristalización.
Una miel muy apreciada en la alta cocina por el sabor y aroma que tiene.
Por sus componentes elevados de varias vitaminas esenciales para el buen funcionamiento del organismo, como la vitamina C y B, sumada a los antioxidantes, contribuyen en el proceso del fortalecimiento de los músculos, influye de manera positiva en la circulación sanguínea previniendo problemas circulatorios, así mismo, mejora el sistema inmunológico del organismo mejorando el funcionamiento del hígado.
Por su elevado contenido en minerales y oligoelementos, es un antiinflamatorio ideal y calma el dolor producto de las inflamaciones reumáticas. Estimula los procesos digestivos lentos, También despejan las vías respiratorias, al cumplir con su función expectorante, limpiando los bronquios impidiendo episodios de tos seca.
Por su alto contenido en hierro, y por esta razón previene cuadros anémicos y facilita la recuperación en los que ya se han producido.
Es rica en fósforo, potasio, magnesio, hierro y calcio.
Esta miel la recolectamos en Genalguacil, Valle del Genal, a una altura de 650m sobre el nivel del mar.
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